IMAGENES DEL PUEBLO PELEANDO POR SUS DERECHOS
El Archivo Hasenberg-Quaretti
Mónica Hasenberg y Brenno Quaretti, comenzaron a documentar con sus cámaras la Argentina de la última dictadura, cuando Videla sumaba tres años usurpando el poder. Registraron las marchas de las Madres, movilizaciones de los organismos de Derechos Humanos, gritos sindicales y manifestaciones políticas. Y en todas, el principal actor es el pueblo. 

Más de 50 mil fotos conforman el eje de un archivo, que atesora las imágenes que la protección mediática del poder, no te mostró ayer, ni te muestra hoy a través de los medios de comunicación.
La revista «Familia Cristiana» fue el puente que los relacionó, con los hombres y mujeres que estaban en la primera línea de un combate tan desigual, como desgarrador. A muchos, la dictadura les habían arrancado a sus hijos. Uno de ellos, era Emilio Mignone, aquel educador que después de la desaparición de su hija Mónica (psicopedagoga y asistente social en la parroquia Santa María del Pueblo en el Bajo Flores); se transformó en uno de los grandes referentes de la pelea por «juicio y castigo a todos los culpables».

Otro de aquellos indispensables que reunía la publicación, fue Augusto Conte, uno de los fundadores del Centro de Estudios Legales y Sociales, integrante de la Asamblea por los Derechos Humanos y diputado nacional por la Democracia Cristiana en el ’83. Su lucha comenzó cuando desapareció su hijo Augusto María, mientras hacía el servicio militar en Punta Indio, en 1976. 

Las primeras fotos del reino de Videla, capturaron las rondas de los jueves y a partir de ese momento, nació una relación indestructible de los dos fotógrafos con las Madres. Casi cuatro décadas después, las imágenes que resumen aquel país del Estado de Sitio, muestran escenas que lo desafían, que salen a enfrentarlo sin medir las consecuencias: la gente en las calles prohibidas. 

Las primeras marchas sindicales y el Siluetazo
Las imágenes de Hasenberg-Quaretti, también registraron como parte del sindicalismo comienza lentamente a ponerse de pie. La Comisión de los 25, con Saúl Ubaldini a la cabeza, lanzó el histórico paro del 27 de abril de 1979; la primera respuesta del movimiento obrero, a la dictadura. Nacía la combativa CGT Brasil, como la otra cara de la moneda de la dialoguista y negociadora CGT Azopardo, que lideraban Jorge Triaca y Armando Cavalieri.
Bajo la consigna «Paz, pan y trabajo», el 7 de noviembre de 1981 la marcha a San Cayetano fue una de las manifestaciones popules más importantes, en aquella Argentina sin derechos. 

Una de las imágenes más fuertes, que representan la oscuridad de aquella argentina, fueron las siluetas que aparecieron por todo el centro de la ciudad de Buenos Aires. La idea fue de tres artistas plásticos, Julio Flores, Guillermo Kexel y Rodolfo Aguerreberry: cada silueta, un desaparecido. 

Las Madres desarrollaron el proyecto, en la previa a la Tercera Marcha de la Resistencia.
Primero en Plaza de Mayo y después en el Obelisco, miles de argentinos contestaron al Terrorismo de Estado, con papel, aerosoles, pintura y pinceles: «Aparición con vida», «¿Dónde está?», «Cárcel a los genocidas», «Ni olvido ni perdón» y «30.000 desaparecidos»,
Tiempos en que los rollos fotográficos, eran el botín de guerra de la Federal. Capturar al fotógrafo y destruir sus imágenes, para que al otro día los diarios no tuvieran retratos de la verdad.
Mónica Hasenberg, fotógrafa. Más de tres décadas retratando al gran protagonista de las calles…